martes, 17 de febrero de 2009

¿Mi camino? ¡Mi Destino!

Este fin de semana hemos estado charlando sobre la sensación de estar perdido, sobre la teoría de que quien está perdido es aquel que no sabe a dónde va, no el que no sabe dónde está. Porque en la vida, como en todo; a veces tendrás la sensación de no reconocer el sitio en el que estás, pero no por eso tienes que estar perdido. Los problemas comienzan cuando no sabes hacia donde te diriges, cuando eres un sin rumbo. Vale más ser un sin techo que un sin rumbo. Cuando uno no sabe cual es su destino está abandonado, a la deriva …
A veces tienes clarísima la meta, pero de pronto te desvías del camino por la influencia de terceros o por las dudas que te asaltan. Tienes que ser resistente y persistente. Fija tu meta y no pares hasta alcanzarla, por supuesto que no es fácil y que efectivamente habrá tramos del camino que desconoces o te resultan hostiles, pero tienes que tener presente que todo eso te hará más fuerte y dará más sentido a tu travesía.
Los habrá que lleguen antes que tú, otros habrá que decidan detenerse antes de llegar y otros cambiarán su destino una y otra vez. Lo mejor es cambiar de ruta constantemente, cambiar los planes, parar a descansar más jornadas de las previstas o acelerar la marcha repentinamente, pero que tu destino nada ni nadie haga que varíe.
Disfruta de todo lo bueno que vas a encontrar en tu camino y aprende de lo menos bueno. Llegarás a tu destino feliz y agotado, los viajes agotan a cualquiera y la vida es un largo y maravilloso viaje, así es que descansa cuando lo necesites, acelera cuando te sientas fuerte y regálate de vez en cuando una vista hacia el horizonte sintiendo que llegar a tu destino... es solo cuestión de tiempo.

Sonríe, Abraza y Disfruta