viernes, 30 de julio de 2010

No puedo hacerlo... Es imposible

Esta entrada está dedicada a todos los que me habéis dicho en alguna ocasión cosas como estas:
 "Es imposible pensar en positivo, tal como están las cosas ahora mismo". "No puedo hacerlo, es imposible para mi", o... "Si al menos tuviera un poco más de suerte"

Pues bien, deja de quejarte de lo que no tienes y observa con atención todo aquello que tienes. Céntrate en todo eso que te hace diferente, que te hace especial, que te sirve, y deja de quejarte de una vez. Emplea mejor el tiempo que dedicas a quejarte, ¿No crees que es mejor emplearlo en ayudarte a alcanzar tus metas?

Seguro que muchos lo conocéis, pero hoy quiero presentaros a Nick Vujicic. No quiero adelantaros nada y prefiero que investiguéis acerca de su persona y su historia, después de ver uno de los vídeos de Nick que se pueden encontrar en Internet. Este no es mi favorito, pero creo que resume de un modo eficiente lo que quiero compartir con vosotros. Ya buscaréis y descubriréis los mejores.

Y si después, esto sirve para que empecéis a decir: "¡Sí, puedo!" yo os aseguro que me sentiré MUY FELIZ.

Buen viaje a los que viajáis hoy (precaución a los del coche) y disfrutad intensamente del merecido descanso.

Yo por mi parte he decidido pasar las vacaciones entre el blog y la toalla.

Sonríe, Abraza y Disfruta!!!!


martes, 27 de julio de 2010

HABLAR BIEN

He reiterado en varias ocasiones que uno es lo que dice ser.
 Me he dado cuenta de que a algunos de mis amigos no os queda del todo claro el concepto,  por eso creo que sería bueno incidir de nuevo en ello, ya que éste es uno de los cimientos del manejo vital positivo.

La fuerza que la palabra tiene sobre nuestra mente es innegable, pero no solo las palabras que nos dirigen son importantes, lo son en mayor medida las palabras que nos dedicamos a nosotros mismos. El modo en que nos auto-describimos, el modo en el que nos narramos nuestra vida es determinante para trazar el camino de ésta.

Debemos esforzarnos en evitar usar términos negativos, sucios, feos, etc... porque al final ese poso negativo queda en nuestro interior. Eso de que las palabras se las lleva el viento es mentira. Las palabras tienen el poder de construir o devastar nuestros planes, e incluso nuestra vida. Hace años escribí un breve texto sobre la locura que produce la soledad. En aquel escrito hablaba de como el diálogo interno de una persona se convertía cada día en un discurso más negativo y destructivo que culminaba en la total pérdida de la percepción de la realidad y posterior enfermedad del sujeto. Los textos estaban inspirados en alguien a quien conocí y os aseguro que al margen de los desarreglos químicos propios de la enfermedad, los continuos discursos de esta persona fueron el motor de su enfermedad.

Por eso es importante dedicarnos buenas palabras, a nosotros y a los demás. No hablo de cerrar los ojos ante los defectos propios y ajenos, evidentemente todos los tenemos. Pero está bien que nos fijemos en nuestras virtudes, en eso que nos hace mejores a nosotros y al resto y que nos centremos en mejorarlos. No son pocas las ocasiones en las que a base de alimentar y hacer crecer una virtud, los defectos se reducen o incluso desaparecen.

Aprende a tratarte con cariño, aprende a mirarte con buenos ojos. Y sobre todo, aprende a ver con mejores ojos cuantos te rodea. Tus personas, lugares y acciones son mejores de lo que crees.   Y sobre todo....

Sonríe, Abraza y Disfruta.