sábado, 9 de octubre de 2010

Actúa más y acertarás


Por más fuerza mental que tenga un peregrino si se sienta en una piedra a esperar que llegué hasta él Santiago de Compostela, todos sabemos las posibilidades que tiene de que eso suceda. Inevitablemente tendrá que recorrer paso por paso el camino que le separa de la ciudad santa.
¿Entonces? ¿Por qué hay gente que se sienta en su casa pasando horas y horas frente a su PC jugando al granjero del facebook, y uniéndose o creando paginas de señoras que... mientras esperan a que salga algo de lo suyo?

Muévete, actúa, busca una solución. "Es que la cosa está fatal, ufff" " No sale nada" "Está todo muy parado y
claro..." El que estás parado eres tú, así es que muevete que opciones hay, lo que pasa es que no son las más agradables, pero las hay. Yo he trabajado de repartidor en un supermercado, de camarero, de repartidor con un ciclomotor de recambios de automóvil, de mozo de almacen, de dependiente en una camisería...

¿Eran los mejores trabajos del mundo? Pues sí. Así los veía yo, y así los disfrutaba, me esmeraba en cada uno de ellos como si estuviera realizando cada día una de las tareas más importantes del planeta. Si hubiera habido unos premios Nobel de hostelería os puedo asegurar que el de 1990 me lo hubiesen dado a mi.

¿Qué es lo que sucede cuando uno se comporta así en un empleo? Que dura muy poco tiempo en él porque lo promocionan, cuanto mayor esmero ponía en cada trabajo, llegaba alguien dispuesto a aprovechar mi potencial en una empresa mejor, con un trabajo mejor, y por supuesto con un sueldo mejor. Además el afrontar esas tareas con tanta ilusión me hacia estar más alegre y ser capaz de tener energía para al final de cada jornada estudiar.

Mis semanas eran agotadoras y seguramente a día de hoy no soportaría aquel ritmo, pero te puedo prometer que lo repetiría sin dudar un solo minuto. Porque cada eslabón de nuestra cadena vital es importante, cada jornada de trabajo, de estudio... son determinantes a la hora de alcanzar las metas en un futuro que llega rápidamente. Cuando tienes quince años no te imaginas lo rápido que van a pasar otros quince y luego otros quince... Por eso es importante empezar lo antes posible a valorar los eslabones de los que te hablo. Es decir, cada jornada y persona de tu vida tienen una misión en tu proyecto vital, aunque en el momento preciso no lo aprecies, años después surge de un rinconcito de tu memoria justo cuando lo necesitas.

Trabaja con esmero y con ilusión, al margen de cual sea el empleo que tienes,  porque esa es una de las llaves que te abrirá las puertas más grandes de tu vida y si estás estudiando aplicate como si te fuera la vida en ello (la vida mejor va sin duda), recuerda que quince años pasan volando y será más difícil rectificar.

En realidad creo que el secreto es ir al trabajo para trabajar tu persona, para crecer tú mientras realizas tu labor en la empresa. A todos nos gusta saber que estamos haciendo algo lo mejor que podemos, y adquirir ese sello personal de calidad es un valor añadido.                

Sonríe, Abraza y Disfruta.