miércoles, 25 de febrero de 2009

¿Recibir? mucho mejor que dar


¡Está clarísimo! Pero no solemos decirlo. “es que me satisface tanto dar esto o aquello …” pues vete olvidando de esa actitud y ábrete un poco a la maravillosa sensación de recibir. “Ya, pero dar sin esperar nada a cambio”
Que sí, que sí, pero prueba a recibir sin esperar nada a cambio.

Por supuesto agradece todo lo recibido, (incluido lo material) pero intentar recibir más y entregar menos. ¿por qué? Porque dar acaba inexorablemente en una frustración. Frustración porque no hemos recibido el agradecimiento que nosotros hubiésemos dado, porque el efecto que esperábamos lograr con esa entrega no se ha producido o simplemente porque el destino final ha sido modificado por el receptor. Por estos y algún que otro motivo que no recuerdo ahora, procura dar menos y entrégate a recibir. Además es divertido.

Por cierto, para que el efecto del ejercicio sea más satisfactorio todo lo que recibas no puedes haberlo solicitado. No pidas nada que puedan negarte. Simplemente no pidas, ni esperes que te den, pero tú reduce hasta eliminarlas, todas tus entregas.
La gente que te quiere sabe entregarte aquello que necesitas sin necesidad de pedirlo. Ciertas señales casi imperceptibles son una señal de alarma para ellos. Si pasa el tiempo y no recibes nada, no te preocupes. Por lo menos no tienes nada que perder y mucho que no malgastar. Así es que a partir de hoy puedes empezar a poner en practica esta sana conducta.

¡Ah! Y no te olvides ¿eh? Sonríe, Abraza y Disfruta

martes, 17 de febrero de 2009

¿Mi camino? ¡Mi Destino!

Este fin de semana hemos estado charlando sobre la sensación de estar perdido, sobre la teoría de que quien está perdido es aquel que no sabe a dónde va, no el que no sabe dónde está. Porque en la vida, como en todo; a veces tendrás la sensación de no reconocer el sitio en el que estás, pero no por eso tienes que estar perdido. Los problemas comienzan cuando no sabes hacia donde te diriges, cuando eres un sin rumbo. Vale más ser un sin techo que un sin rumbo. Cuando uno no sabe cual es su destino está abandonado, a la deriva …
A veces tienes clarísima la meta, pero de pronto te desvías del camino por la influencia de terceros o por las dudas que te asaltan. Tienes que ser resistente y persistente. Fija tu meta y no pares hasta alcanzarla, por supuesto que no es fácil y que efectivamente habrá tramos del camino que desconoces o te resultan hostiles, pero tienes que tener presente que todo eso te hará más fuerte y dará más sentido a tu travesía.
Los habrá que lleguen antes que tú, otros habrá que decidan detenerse antes de llegar y otros cambiarán su destino una y otra vez. Lo mejor es cambiar de ruta constantemente, cambiar los planes, parar a descansar más jornadas de las previstas o acelerar la marcha repentinamente, pero que tu destino nada ni nadie haga que varíe.
Disfruta de todo lo bueno que vas a encontrar en tu camino y aprende de lo menos bueno. Llegarás a tu destino feliz y agotado, los viajes agotan a cualquiera y la vida es un largo y maravilloso viaje, así es que descansa cuando lo necesites, acelera cuando te sientas fuerte y regálate de vez en cuando una vista hacia el horizonte sintiendo que llegar a tu destino... es solo cuestión de tiempo.

Sonríe, Abraza y Disfruta